Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal