El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
Las canas son sabiduría que se desborda.
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
La procesión va por dentro, no por teatro.