La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…