¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Cree en ti mismo: la creencia precede a la evidencia.
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.