Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Las canas son sabiduría que se desborda.
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.