Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.