Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida