La procesión va por dentro, no por teatro.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.