El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
La procesión va por dentro, no por teatro.