La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.