Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña