Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
Las canas son sabiduría que se desborda.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
La procesión va por dentro, no por teatro.