Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán