Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.