Valor y escasez.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Cree en ti mismo: la creencia precede a la evidencia.