Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.