Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
Las canas son sabiduría que se desborda.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
Plantamos flores para cubrir las grietas en el corazón.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.