Hazlo.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Humano guarda secreto de sumario: llora por dentro.
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.