Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Humano guarda secreto de sumario: llora por dentro.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Mientras tanto, la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.