Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
La procesión va por dentro, no por teatro.
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.