#Españoles
Cosas de la edad, supongo: te da por mirar atrás,
En todas las ciudades que he pisado me ha parecido verte: un autobús que arranca y que no cojo,
Como a veces nos viene a la memoria algo sin importancia que dejamos para el día siguiente
Ándate con cuidado, que no se entere nadie de que lo pasas bien, que tu vida funciona, y eres feliz a ratos.
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
Gente exhausta, con la vista clavada en el suelo,
Están cogidos de la mano en silencio, bajo los soportales. El niño mira su columpio, muy triste,
El último salvavidas al que suelo agarrarme en estos casos, el teléfono, hoy tampoco me sirve.
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
Llegan y se van sin hacer ruido —como buenos clientes—, luego el tiempo los confunde
Esta noche, por lo que a mí respecta bien podría saltar el mundo en mil pedazos. Por qué no. Y nosotros con él. Acabar. Echarle de una vez
Hace unos minutos que ha recibido la llamada, y desde entonces no ha soltado el… Qué tristes son las lágrimas de un viejo,
No solo eres guapo, fuerte y listo, sino que además de conciencia ni una pizca
Cuídate mucho de los que sólo miran, de los que siempre están detrás, de esos a los que nunca
A veces —cuando observa en los bares la sana desvergüenza de los jóvene… los rescoldos de una oscura pasión avivan su mir…