Mafioso En El 83
Algunos dicen que las mejores experiencias con el yo intimo de nuestra voluntad creadora se dan bajo las mayores de las tensiones.
Otros dicen que bajo la mas suave de las des-tensiones, despreocupaciones, ¡Expansión de la vida!
Unos otros decimos que la vida es indiferente a ese tipo de mierdecillas sobre sentidos y que todo en su mayor parte es especulación y alarde.
Otros tantos que no son como yo opinarán, por otro lado, que el peligro está en pensar así, como piensan los que pensamos de verdad, los que disfrutamos de la angustia de ser un poco menos sabios y por tanto sabios por decidir no serlo tanto.
La cultura es sencilla cuando se bebe con café y se come con pandebono.
El cuidado llega cuando no prestamos el cuidado suficiente al descuidado y lo que tenía que cuidar y que, por supuesto, ha dejado a nuestro cuidado por pereza y mediocridad.
Solemos pensar que todos tenemos un don especial para hacer cosas que nos hagan sentir bien, en los momentos duros, momentos fríos, momentos oscuros.
Y que por tener ese don somos mejores hijos de dios, mejores personas, con la capacidad mejorada para amar y hacer sentir a los demás y todo lo demás la compasión del ser, las frutas y las escolopendras.
Qué basura esa, mejor ser un cubano mafioso en el 83.
