A la continuidad
Estoy joven y repletito de palabras con mal olor, sabor, de obscena interpretación.
Estoy ajeno a la canción de las demás generaciones, esa que gusta de poemas de Lorca que ahorcan, de Bukowski que quitan el Ki, de otros tantos a los que digo que no son tanto.
Estoy joven y repletito de miedo, no repito mis odas a todas odas, repito mis horas en odas todas.
Estoy con ganas de empezar algo grande, pero fuera de mi habitación, fuera de los campos por donde camino con una cajetilla de cigarrillos en mano, fuera de las especulaciones que apagan a mis canciones más intimas; aquellas que me susurran en la boca la poética del cosmos.
Estoy obnubelado, flotando en nubes de helado, helado por beber lo acariciado.
Lucho constantine-mente para no fallecer en el cliché, para fortalecer mis ki-nesis, mis sin-tesis, mis lenguajes en ISIS; diosa mía de praxis.
Estoy joven y encaro con encantos los cantados cánticos cuánticos de muchos tantos.
Estoy joven... Será por eso que suelo estar muerto la mayoría de tiempo.
Me falta más Ki, Más horcas, menos Lorca...
