#Españoles
Dejo el periódico sobre la barra. Enciendo un cigarrillo. Tomo
No es que moleste en sí, pero cuesta acostumbrarse. Eso de que vayas por ahí
Como a veces nos viene a la memoria algo sin importancia que dejamos para el día siguiente
El futuro es vuestro, chavales, decían, como quien te dice que te ha tocado algo,
Enamorarse es fácil. Uno puede enamorarse —sin demasiado esfuerzo— varias veces al día, a nada
Como el viento que encuentra una rendija y se cuela en la habitación y lo desordena todo libros
Llegan y se van sin hacer ruido —como buenos clientes—, luego el tiempo los confunde
Esta noche, por lo que a mí respecta bien podría saltar el mundo en mil pedazos. Por qué no. Y nosotros con él. Acabar. Echarle de una vez
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
Hace unos minutos que ha recibido la llamada, y desde entonces no ha soltado el… Qué tristes son las lágrimas de un viejo,
Ándate con cuidado, que no se entere nadie de que lo pasas bien, que tu vida funciona, y eres feliz a ratos.
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
No es el de la niñez, aquellas mañanas de diciembre, a lo largo del río, hacia el colegio. Ni se trata tampoco de aquel otro
Acaba de cruzar frente a mi parabrisas. Es ella. La recuerdo
La radio está encendida. Suena la pedorreta de una moto