Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.