Feliz año.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
La procesión va por dentro, no por teatro.
Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Cree en ti mismo: la creencia precede a la evidencia.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal