#Mujeres #Nicaragüenses #SigloXX #SigloXXI
Fue una pequeña muerte tu partida. Una muerte pequeña que me crece cuando imagino a veces que estás cerca
Sólo cuando me amas se me cae esta máscara pulida y mi sonrisa es mía y la luna la luna y estos mismos árboles
Florecen los almendros en Mallorca y no estás para verlos. De mi balcón anoche los vi fosforecer.
¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?
Una mirada a veces un gesto entorpecido una frase un olor el beso que al unirnos
Barajando recuerdos me encontré con el tuyo. No dolía. Lo saqué de su estuche, sacudí sus raíces
Fui la nube y la lluvia y el mar y quiero ser la tarde y la muralla
Todos lo que amo están en ti y tú en todo lo que amo.
Muero de a poco, amor no es la muerte sorpresa que deseaba la que libera y lanza
No sé si con tu muerte has quedado a la zaga ¿eres recuerdo? o has dado un salto repentino
Brilla el agua en mi piel y no la siento corre a chorros el agua por mi espalda
Ven conmigo subamos al volcán para llegar al cráter hay que romper la niebla allí adentro
Ya la ceiba no existe derrumbaron mi ceiba se hicieron añicos los espejos eché a secar mi Río y se escondió la luna.
Hoy es noche de sombras de recuerdos-espada la soledad me tumba. Nadie que aguarde mi llegada con un beso
Ese beso de ayer me abrió la puerta y todos los recuerdos que yo creí fantasmas, se levantaron tercos