#Mujeres #Nicaragüenses #SigloXX #SigloXXI
Mi querido Odiseo: Ya no es posible más esposo mío que el tiempo pase y vuele y no te cuente yo
No pienses en mañana ni me hagas promesas ni tú serás el mismo ni yo estaré presente. Vivamos juntos la cima de este amo…
Mi laberinto es circular voy cavando en el aire con los ojos clavados en la muerte que me bebe
También me gusta el amor al que le cierran la puerta el que entra por la ventana volando sobre una cuerda.
Soy una chispa en la tierra un desahogo fugaz del corazón que nos piensa.
Barajando recuerdos me encontré con el tuyo. No dolía. Lo saqué de su estuche, sacudí sus raíces
Soy una gaviota solitaria con el ala tronchada abro un surco en la arena.
Hola dije mirando tu retrato y se pasmó el saludo entre mis labios. Otra vez la punzada,
Ven conmigo subamos al volcán para llegar al cráter hay que romper la niebla allí adentro
Fue una pequeña muerte tu partida. Una muerte pequeña que me crece cuando imagino a veces que estás cerca
Tu muerte te congela estás inmóvil mi vida en cambio fluye y me acerca veloz
Yo, poeta de oficio, condenada tantas veces a ser cuervo jamás me cambiaría
Fui la nube y la lluvia y el mar y quiero ser la tarde y la muralla
Solos de nuevo solos sin palabras sin gestos sin adornos
Cuando el amor se aja se marchita se te vuelve amarillo no hay remedio sólo te queda