#Mujeres #Nicaragüenses #SigloXX #SigloXXI
Brilla el agua en mi piel y no la siento corre a chorros el agua por mi espalda
Qué lástima que duermas y se interrumpa el diálogo y no sientas mi beso en tus ojos cerrados. Qué lástima tu infancia
Dicen que la muerte es solitaria que nos morimos solos aunque estemos rodeados de aquello… pero tú me llamaste y yo no estuve:
Solos de nuevo solos sin palabras sin gestos sin adornos
Es simple nuestro amor sin estallidos como una de esas casas con helechos y alguna que otra rana
Quiero entrar a la muerte con los ojos abiertos abiertos los oídos sin máscaras sin miedo
Estimado señor: Esta carta la escribo en mi cumple… Recibí su regalo. No me gusta. Siempre y siempre lo mismo. Cuando niña, impaciente lo esperab…
Sobrevivo. Alegrovosamente so bre vi
Porque aprendí a quererme puedo sangrar con tus heridas.
Yo, poeta de oficio, condenada tantas veces a ser cuervo jamás me cambiaría
Otro círculo amor que hemos cumplido ¿será este el último en cerrarse?
Fue una pequeña muerte tu partida. Una muerte pequeña que me crece cuando imagino a veces que estás cerca
Todos lo que amo están en ti y tú en todo lo que amo.
No sé si con tu muerte has quedado a la zaga ¿eres recuerdo? o has dado un salto repentino
Soñé que era un ala desperté con el tirón de mis raíces.