Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Plantamos flores para cubrir las grietas en el corazón.