#haiku #poesía
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Plantamos flores para cubrir las grietas en el corazón.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel