La felicidad crece al ser compartida.
En los grandes aprietos es bálsamo para el alma hallar un buen corazón.
Hasta para coger los frutos debes estirar los brazos.
Desde la distancia... observo un carruaje llevado por alados cisnes
He coronado vuestra cabeza con tallos de verde y fresca hiedra.
La comitiva de mujeres danzaban y reían al tañir los tambores y un ala de oro se despegaba del sol.
La estrella de duro diamante duerme sobre la pizarra negra del firmamento.
El sol doraba las altas cimas. Mientras mi corazón se revoluciona… en tumultuosa esperanza.
Los vivientes arboles sacaban su primavera del suelo ¡¡floreciente!!.
La oruga se solaza entre las hierbas del bosque. Un bosque tranquilo
En cada árbol, cada hoja, cada tallo, cada raíz, la vida palpita
Torres de Inglaterra rodeada de briosos potros y arbolados prados de la tierra a cubrir
Mi prisión repleta de jaurías de lobos furios… se convirtió en coloridas aves de dulce cantar.
Un mágico sueño cerrará tus ojos y una desconocida felicidad te inundará de dicha...
En la soledad de la montaña entre duras peñas alumbré mi cría y la llamé Esperanza.