Amor...
Llenarse el corazón de una triste somnolencia.
Oír música de arpa y violín en sus latidos.
Contemplarte de nuevo, borrachos los sentidos.
Cantar a la vida un canto alado en sus querencias.
Creer que puedes ver todo aquello que yo miro.
Escuchar el eco de tu voz, cerca y distante.
Percibir que un segundo contigo es lo importante.
Saber que tu respiras el aire que respiro.
Notar un fuego oculto que abrasa las entrañas.
Romper la vida en trizas; un nudo en la garganta.
Recordar y hacer brillar lo que el olvido empaña.
Dudar de quien te mira, te sigue, te adelanta.
Andar el desierto, si eres tú quien me acompaña:
Es mi limitado amor, porque mi dicha... ¡es tanta!
