poesía japonesa
Me dijiste que eternamente estarías por mí, ahora sé que mentías como siempre, y no te quiero perdonar.
Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su ll… y la frase en mis labios expiró. Yo voy por un camino, ella por otr…
Tal vez no es que no recuerde el c… sino que prefiero olvidarme. Solo esperar que pase este pervers… Mi casa ya está en ruinas, se derr… el fuego trepó hasta la terraza do…
En la arena, lamiéndonos el mar la piel, sentí tus ganas revolcándose en mi cuerpo. Mis piernas te envolvían
Siempre hemos hablado; hoy tú miraste mis ojos, vi oscurecerse tu pupila me estremecí. Tu mano agarró
Amor Amor desde la sombra desde el dolor amor
Vomito el dolor a voces, a lágrimas, a silencios a suspiros, a solas.
Amar es sentir la vida florecer en los latidos de tus sienes. Amar es consumirse en el ardor del fuego
Entre caminos la soledad pasea, me busca a mí. Me escondo en los rosales, quiero la vida
A piel descubierta me lanzo al vacío de tus brazos, besando el aroma bendito de tu boca. Acariciando tu piel
Esa ventana ciérrala enseguida no deseo ver mis ojos gimiendo asomados al espejo, ya, ardiendo del dolor provocado por la vida. A oscuras mi corazón va latiendo
En la cocina aroma a café fuerte, me seduce esta madrugada, se me escapan las miradas, para tocarte por dentro
Quiero leer con mi mano poemas que entre tu piel; se muestran para mí. Tu cuerpo un libro abierto.
Hay un hombre que a mí me ha vuelto loca un hombre que sabe darme lo mejor de sí mismo. Por qué hay hombres
Quiero verte esta noche, en la que en el viento me susurra tu nombre. La luna de sangre, hace que necesite tenerte esta noc…