Cargando...

Desearía poder respirar sin miedo

Las flores de mi jardín no tienen color, ni fragancia, son grises como este austero pueblo que muere en decadencia ante líderes enriqueciéndose con la felicidad de su gente.
Lo que un día nos pintaron como una utopía, hoy se ha convertido en una barbarie... en una sociedad muda, aterrada por unos cuantos que en su lengua llevan demagogia y por otros que en sus trajes llevan sangre.
Respirar es una tortura, aquí los vivos estamos muertos y los muertos están vivos...
¡Menuda mierda!
Hoy llueve plomo y lágrimas, los sollozos de una niña al ver a su padre morir en una fría y sucia acera rompe los corazones de quienes la zozobra nos devora, sin embargo, nos mantenemos cobardes ante sus amedrentamientos. Dios nos ha abandonado, a la deriva nos encontramos.
Tierra de nadie, lamentos incesantes de una mórbida sociedad amilanada por unos cuantos mequetrefes atemorizándonos con arma en mano, con guerras injustificadas y golpes que no se desvanecen de nuestra carne.
La incertidumbre de saber qué día la muerte tocará nuestras puertas nos abruma, hoy sabemos que respiramos, pero ¿cuándo será que una bala perfore nuestra humanidad ente los ojos indiferentes de un Estado ineficiente e incapaz?

Escribo esto como una queja hacia el Estado que no garantiza la seguridad de mi país, al pueblo por callarse ante sucesos atroces y dejarse llevar por falsas promesas que nunca llegarán.

#ecuador #poesía

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Ariel R....



Top