A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.