En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Las canas son sabiduría que se desborda.
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.