Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible