Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Las canas son sabiduría que se desborda.
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Humano guarda secreto de sumario: llora por dentro.
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.