Cargando...

Quédate

No dejes de tocar mi piel,
(de causar esa sensación de escalofrío
por todo mi cuerpo,
cada vez que tu mano se desliza por algún rincón de mi cuerpo.)
 
No dejes de conocerme,
de explorarme,
de enseñarme cosas nuevas.
 
Pero tampoco dejes de dejarme sin aliento,
después de cada encuentro.
 
Tus manos suaves, tus dedos largos.
 
No quiero que dejes de hacer nada.
 
No quiero que seas mío,
quiero qué,
por el contrario,
en tu libertad me elijas.
 
No quiero que dejes de ser un nene,
pero cuando la situación lo merite
me sorprendas con la edad que cargas
(como yo también lo hago.)
 
No quiero que dejes de apretarme en cada abrazo,
ni mucho menos de respirarme al oído
o mencionar qué te gustaría que hiciéramos hoy.
 
No dejes de hacer nada,
que me gusta,
que te gusta,
que vale la pena.

Otras obras de Pensamientos...



Top