Cargando...

Treinta años esperaste

Lucas 2, 41-52

Miro cuantas prisas cargo,
con tanto despertar
y aún más por comenzar,
aquí ando deambulando,
verdadero amor buscando,
pero Tú nos enseñaste:
que treinta años esperaste.
 
No parezco querer nada,
pero tartufo sería
y menos vida tendría,
sí mis deseos yo negara
y defectos ocultara,
pero a tu madre escuchaste,
y treinta años esperaste.
 
Tanto es lo que espero,
aunque ansioso y triste,
un mar perdido y sensible.
Soy del mundo pasajero,
y aún tantas cosas temo,
pero Tú me consolaste,
con treinta años que esperaste.
 
¿Por qué seré analfabeto?
¿Qué será eso que niego?
¿Cuál será ese secreto?
¿Cómo dar paso certero?
Seguir tu ejemplo quiero,
de cuando niño callaste
y treinta años esperaste.
 
Cuando tu misión supiste,
aún con dudas y rebelde,
hablando palabras breves,
las tentaciones venciste,
los placeres sometiste,
la humanidad Tú dominaste,
en treinta años que esperaste.
 
Poca determinación,
en la mano perdiciones,
en la mente indecisiones,
carezco devoción,
y tenue es mi oración,
pero así Tú me llamaste,
pues treinta años esperaste.
 
Enséñame a servir,
la paciencia cultivar,
y a mismo dominar;
solo quiero compartir
lo poco que hay de mí.
Bondad buena me salvaste,
de treinta años que esperaste.

Otras obras de Omar Rasgado...



Top