No he llorado desde aquel día, mis manos no han entristecido y mis pies no han dejado de moverse, no he dejado de pensarte un solo día y si de algo me he alejado es del sueño, en los días pasada la media noche despierto y aunque no te pienso, sé que ahí estas, ¿por qué? No lo sé y aunque rio por esa afirmación, no hay lágrimas, solo letras, agua y un poco de té verde.
En las pocas veces que he podido tener más de 6 horas seguidas sin despertar, te he soñado un día y en el sueño me querías y ahí supe que era un sueño, y no llore, suspire y me callé y guarde para adentro y divague.
Me conformo con dormir aunque en mis sueños ya no estés, quiero descansar mis ojos, mi boca, mis oídos, mis pies y el lado izquierdo de mi cerebro.
No he llorado, como tampoco reído, he de suponer que son emociones que poco a poco se irán integrando a este ritmo llamado vida.