Lo sutil del Viento
Que grande, bella y pura es la sutileza del viento, tanto mueve un alma como las hojas de un árbol, las caídas o las más aprensadas a él.
Tan sereno, tan complaciente, tan ruidoso, tan lleno, tan pleno, tan él.
Tanto acaricia, tanto destruye si es muy fuerte, tanto uno se expone, tanto uno se esconde.
Verdaderamente bello y no lo vemos, nos manda susurros, nos avisa que ha llegado, al despertar o antes de morir, dormir, lento y sublime, capaz y demostrablemente audaz y conmovedor.
El viento como amigo, ¡ay que ir con el de la mano! y viajar con él por los paisajes de un mundo abierto e insensato a la vez, he claudicado y me he sometido a sus encantos como fiel enamorado y lo vibro, me toma en sus ondas y viajo al oírlo y sentirlo me da la sensación de saber que no ira a ningún lado.
Lo suelto y me deja libre para ser yo con él y el conmigo.
