Ahora me rodean otras voces, risas, caricias, aromas... Y una luz tenue deja ver en ese espejo antiguo una sonrisa Te tengo escondido dentro... y liberas destellos, haciéndome feliz. So...

Haz de luz oscilando sobre el agua… reflejo eterno en la oscuridad, vas y vienes, te ensueño, sé que siempre estarás cubriendo de pétalos mi soledad.

Hagamos el amor desde el alma volcada, con los ojos cerrados y los labios abiertos. Juguemos a que no nos conocemos...

Somos, sin dudar, la presencia que inhala esencias del divagar, universales y atemporales. Vemos el mundo inerte y le encontramos bello. Y apreciamos los patrones y las sorpresas. Hacem...

Cuando sabes que no vas a sonreír, porque después de las mayores verdades no vas a mentir, la serenidad es el agua clara que contiene la vida y la ilusión. La más cruenta de las batalla...

Nuestras granadas ácidas sellan el tiempo de olvidar. Me arranco el sayo del deber y recupero lo más bello que recuerdo haber escondido.

Apenas se puede ver, pero está allí, es una marca leve por fuera, habla de tí y de mí, habla de que me haces feliz.

Momentos de “humanidad” sentidos en cualquier coordenada. Sin importar el lugar en el que se abrieron los ojos, ni el dinero que deshojan las manos para clausurar el miedo. ¿Cuántos de ...

El carmesí baña las sonrisas extraviadas entre tu todo y mi nada. Gotas dolientes caen sobre los pétalos blancos nacarados de la inocencia inicial. Cada reto de la vida ha abierto aún m...

Alguna vez, mientras deambulas entre poemas, te pasará como a mí me ha pasado. Tropezarás con un poema exacto que, conmoviéndote hasta lo más profundo del alma, inefabl...

Nací en Caracas al comienzo de un… para perderme soñando entre dunas, por años, frente a un horizonte de mar celes… Disfrutaba embriagarme con el refl…

Incluso cuando la luna se apaga, cuando se adormece, en mis sueños yaces tendido, flotando leve... Eres el éter de mi esencia.

Despierta el sol. Detrás del horizonte vuela la alondra. Llega la lluvia. En los ojos del niño

Eso gritaban las voces enardecidas, sin confundir acordes ni cambiar la entonación. Sus voces exasperadas, similares a ráfagas de fuego, a estallidos de granadas, acribillaban las conci...

Se empequeñecen mis ojos sonrientes, derrengados en las dichas que inundan el día a día y me llevan a desear más. Y mis brazos y mis dientes luchan con mares encrespados en los que nado...