no hay palabra que exprese mi sentir mi abandono total a tu presencia
Te perdí en lugares que no existen… entre calles que nunca recorrimos, en la grieta de un reloj detenido. No hay restos de ti en mis manos, pero a veces despierto
Como dos niños cogidos de la mano amor temprano como escondida siempre tendrás tu sitio
Viento del Norte tiñe el cielo de plomo la vida duerme
cuando viniste no imagine que un dia llenarías todo flores de sangre reciben al verano
Apenas me conformo con revisar tus fotos recordar tu mirada y aferrarme a tu ausencia Apenas te recuerdo
son los cipreses las sombras de los muertos que nos vigilan
Esta suerte de olvido que hace que todo fluya deprisa que hace que sin quererlo todo se escape de mis manos
Ayer altivo dominando sus campos hoy olvidado
Al despuntal albíiuh, n’amaneceíu sin gallu ni luz, el puebru entamau’l silenciu comu si’l tiempu se quedara mirand… El Juán el Bastu yacía tiesu
Gotas de lluvia disfrutan de caricias hasta las piedras
Me llevan. Cuatro sombras sin rostro, sin nombre, sin alma, me llevan. La noche pesa en mis párpados,
El Juán, que nacíu entre estiérco… y cebá mal trillá, se moríu un tardíu d’abríl con la reja inda marcá nel llomu.
sin saber nada ya te he amado tanto que desespero
Somos el eco de un error sin orige… un latido que nunca ocurrió. El universo se pliega en su propia… y cada instante es solo la sombra de un tiempo que no fue.