Cargando...

A Hipólita

 
  En el acceso de mi afán erótico,
al ver tu rostro sin igual simpático,
quedéme de placer mudo y estático,
como agobiado por atroz narcótico.
 
  Aunque soy para ti pájaro exótico
sin nido y sin hogar, pobre y apático,
para adorarte fiel soy un maniático,
y tengo un corazón sublime y gótico.
 
  Lleno de amor y de constancia sólida,
te adoro siempre con ardor frenético,
y, aunque te aprecies tú de ser estólida.
 
  aunque te burles de mi amor patético,
tuya es mi vida y mi pasión insólita,
tuyo mi corazón, amada Hipólita.
Otras obras de El Cucalambé...



Top