Cuando a la parca la aparquen
Cuando a la muerte también le llegue la hora
y se quede dormida, borracha, perdida,
tirada en un anden.
y los vivos le pasen por encima
la escupan, la ignoren, se burlen
y la olviden.
Y los años prosiguen sin pausa
todos mas viejos, lentos, inválidos,
la espalda enllagada de no poderse mover.
Los placeres se esfuman y los achaques se afinan,
alguien se atreverá a pedir
que la levanten, la socorran, reanimen y hasta mimen,
pero que se alivie,
si es del caso hasta la hoz le lleven
que se mueva, se reincorpore y se ponga a trabajar.
Es que es mas duro ya sin ella,
la vida vuelta un callejón sin salida,
todo mas oscuro, mas vetusto, mas sin gusto.
