Ti aspetto
Cada día me consumo de a poquito, imploro por el cesar de tu ausencia, mis manos se han derretido entrecruzadas.
Si no estás, mi momento favorito es en el que cierro los ojos
Es pues, una sensación muy similar a tener mi rostro hundido en tu pecho.
Y un dolor me parte el centro del alma al no sentir tu aroma.
No poder saborearte.
Una pena no abrazarte todo este tiempo, pues el tiempo no vuelve, no sé recupera. Vaya sinsabor ver como mis brazos carecen de su propósito más grande.
Mientras tanto, te veo en mis sueños, te toco dormido, te sueño despierto.
Amor mío, te extraño profundamente, inescrutablemente, inmesurablemente y con horror.
No soy más que lo que tus ojos iluminan cuando me dejas posarme bajo la línea que los dibuja en tu rostro, y gozar de la vista plena, la de el claro de tu iris y tu pupila dilatada,
Cuando me dejas recostarme en tu aliento, dormir en la puntita de tus dedos, y al culminar del día y ya no estás conmigo, no importa pues ha sido un gran día, tan grande que aún te siento a mi lado.
Pero no estás, ni tú caldo entonces, ti aspetto, mi querida señora.
