Mi piel y mis raíces se refugiaron en el sosiego de los días.
Dibujo-te con yuyos
con rueditas y espirales
toco-te las sienes con las yemas
de mis dedos
—con el índice y con el medio—
Acá
el aire no está estancado
es viento caliente que me regala
memoria infinita
memoria fabril
memoria de carne y metal
En estas vertientes
el agua corre. No deja de llover
y las flores crecen hasta en los rincones de tu armario.
El tiempo ya no es uno
ahora es cíclico.
Fervorosa mi sangre
me regala certezas.
Moldeo con ella las dudas.
Les doy formita circular
cíclica y de espiral
como tu tiempo
como el mío
como el nuevo.
Ni tus ojos ni mis ojos
no te los lleves
Mi piel y mis raíces
hoy se fueron
con el sosiego del viento.