Las hojas secas se pierden junto al viento; ¡Adiós otoño! Y pleno de aire gélido llega el cálido invierno.

Los dos jamás podrán brillar unidos. El sol no sabe que para que haya luna, debe irse con la noche.

¡Pasan los días! Lentos, implacables con esa letanía que se convierte

—Acércate hijo, ven, pon tu manito en mi vientre. Aquí, mira, aquí dentro está tu he… ¿Vamos a dibujarla tú y yo? le dije dándole un beso.

Y... me di cuenta que soñaba, al instante de despertar.

Tengo otra esencia, lejana juventud; ¡Como el vintage!

Las cuatro décadas de tan hermosa niña, suman otoños.

Cada mes de abril de tan esperados… regresarán mis anheladas golondrin… revoloteando como hacían antaño, y volando cual muy ligeras bailari… Son bellas y pintorescas, voy a bu…

Croa la rana, salta al oscuro charco. Mira al nenúfar.

Te di la vida y te amo como nadie. Quiero tenerte, saberte cada día, darte siempre mi abrazo.

¿Habéis pensado alguna vez que cuando nacemos somos ricos? La riqueza no se mide en dinero, se mide en tiempo, que es, el que en definitiva,

Tanta nostalgia anclada en el recuerdo. Vid goteando, y el río desbocado en su frío deshielo.

Sus risas, llantos y carantoñas son inagotables. La dicha de tenerlas enriquecen mi vida.

Soñaba con conocerles les sentía muy hermosos, con anhelo de tenerles entre mis brazos ansiosos. Mi vientre oscuro y silente

Ya sin aliento y al final del camino, ¡lluvia de abril!